La capacidad de Barbora Krejcikova para estar en sincronía con su pareja siempre fue evidente en la pista de tenis, como lo demuestra su larga y condecorada carrera en dobles.

Pero después de ganar el segundo título de individuales de Grand Slam de su carrera en Wimbledon durante el fin de semana, la checa, vestida con un brillante vestido esmeralda, mostró cómo esos movimientos se traducen en la pista de baile mientras ella y el campeón de individuales masculino Carlos Alcaraz se movían en el tradicional baile de campeones de Wimbledon del domingo por la noche.

El dúo tomó protagonismo a instancias de la maestra de ceremonias y ex jugadora del Hologic WTA Tour, Annabel Croft, quien les recordó a la pareja que los campeones de individuales se han juntado para bailar todos los años en el baile desde 1977, cuando Virginia Wade (la última mujer británica en ganar el título de individuales en su slam local) y el sueco Bjorn Borg inició la tradición cuando comenzó el 'ball'.

Mientras las cámaras rodaban, los dos giraron apropiadamente al ritmo de "Dance the Night Away" de Dua Lipa de la banda sonora de la película de Barbie. (¿Un gesto no sólo a la ocasión, sino también un apodo popular de los fans para Krejcikova, tal vez?)

Un tímido Alcaraz había admitido previamente ante Croft en su entrevista de campeón en la pista central que sus habilidades de baile "podrían ser mejores", pero el esfuerzo de la pareja no obtuvo más que aplausos de los asistentes.

También entre las asistentes estuvieron las campeonas de dobles Katerina Siniakova y Taylor Townsend, quienes derrotaron a las recién coronadas No.1 del mundo Erin Routliffe y Gabriela Dabrowski para ganar su primer título de Grand Slam como equipo.

Siniakova and Townsend, Wimbledon ball

@siniakovakaterina/IG

Siniakova, al igual que su ex compañera de dobles Krejcikova, optó por un llamativo vestido verde esmeralda, mientras que Townsend optó por un vestido de gala negro con cristales cerca de la parte superior.

El baile anual de ganadores, que da la bienvenida a los campeones de Wimbledon de cada año y a otros dignatarios, es una de las tradiciones más especiales del torneo. Después de una pausa de dos años como resultado de la pandemia de COVID-19, la celebración anual regresó en 2022.