El domingo, en el Cincinnati Open, Jessica Pegula resistió una tormenta en más de un sentido para conseguir su novena victoria consecutiva y avanzar a su quinta final de nivel WTA 1000 de su carrera.

La cabeza de serie número 6 superó una demora por lluvia a mitad del partido, y después un ataque de la ex número 2 del mundo Paula Badosa, en camino a asegurar una victoria de 6-2, 3-6, 6-3. El triunfo de 1 hora y 53 minutos fue la cuarta victoria en tres sets de Pegula en su racha ganadora actual, y la campeona del National Bank Open buscará ser la primera mujer desde Evonne Goolagong en 1973 en ganar Canadá y Cincinnati en el mismo año cuando se enfrente a la cabeza de serie número 3 Aryna Sabalenka el lunes.

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Sin embargo, Pegula es la sexta jugadora de la Open Era que alcanza la final de individuales en Canadá y Cincinnati en un año calendario después de Rosie Casals, Goolagong, Li Na, Serena Williams y Simona Halep.

"No pensé que estaría en un grupo con esos nombres, pero ahora estoy muy feliz", dijo Pegula después del partido. "He estado jugando bien, compitiendo bien y está dando sus frutos".

Al igual que hizo en la ronda anterior contra Leylah Fernández, que finalmente necesitó más de 3 horas para ganar, Pegula salió disparada contra Badosa. Ganó los primeros cuatro juegos del partido, rompió el servicio de la española tres veces en el primer set y finalmente lideró por un set y un break en 6-3, 2-0.

Pero cuando las condiciones cambiaron y llegó la lluvia, Badosa encontró su equilibrio. Finalmente, la demora más larga del partido obligó a las jugadoras a abandonar la pista con Badosa por delante 4-3 en el segundo set, y ganó juegos consecutivos en la reanudación para enviar la semifinal a un tercer y definitivo set.

Pero Pegula mantuvo la ventaja durante gran parte del set decisivo, con un juego 1-1 en el que salvó cuatro puntos de break que resultaron cruciales. Finalmente ganó los últimos tres juegos del partido, rompiendo el servicio de Badosa para ponerse 5-3 desde una desventaja de 30-0, y salvando un punto de break para terminar.

"Solo necesitaba no frustrarme", agregó Pegula. "Ella estaba sacando muy bien durante un rato. Golpea la pelota muy fuerte, y yo pensaba, 'Realmente no sabía qué hacer' a veces. Es difícil encontrar ese equilibrio entre intentar ir a por tus tiros pero también intentar ser consistente.

"Quería recordarme a mí misma que debía ser agresiva pero, al mismo tiempo, buscar algunos puntos cuando fuera necesario, y sacar bien. Sabía que iba a ser difícil romper su saque, pero afortunadamente jugué un par de buenos puntos y pude sacar para la victoria".