En medio de su última temporada en la gira, la estadounidense Danielle Collins, no cabeza de serie, capturó el domingo el título de más alto nivel de su carrera, triunfando en casa y derrocando a la cabeza de serie número 4 Elena Rybakina 7-5, 6-3 para ganar el WTA 1000 Miami Open.
En una intensa demostración de poder de ambas jugadoras durante 2 horas y 2 minutos, Collins, de 30 años, resistió la victoria para llevarse a casa el tercer título de individuales WTA de su carrera, su primer título WTA 1000 y su primer título en cualquier nivel desde 2021.
Datos breves: Collins no había derrotado a una jugadora Top 5 desde su victoria sobre la entonces número 2 Paula Badosa en San Diego en octubre de 2022. Sin embargo, el domingo igualó tiro por tiro a Rybakina para conseguir la quinta victoria entre las 5 mejores de su carrera, en una final WTA 1000 nada menos.
Con la victoria, Collins se convierte en la primera mujer estadounidense en llevarse a casa el título del Miami Open desde Sloane Stephens en 2018. Es la sexta mujer estadounidense en general en reclamar la corona, uniéndose a Martina Navratilova, Chris Evert, la tres veces campeona Venus Williams, la ocho veces campeona Serena Williams y Stephens.
Collins, subcampeona del Abierto de Australia de 2022 y ex número 7 del mundo, ocupa actualmente el puesto 53 y ahora se convierte en la mujer con el ranking más bajo en ganar el Miami Open. La anterior campeona femenina con el ranking más bajo fue Kim Clijsters, que ocupaba el puesto 38 cuando ganó el título en 2005. Se proyecta que Collins se disparará al puesto 22 en el ranking actualizado del lunes.
Historia del partido: Collins ganó sus dos títulos anteriores en el lapso de un mes en 2021, abarcando continentes (y superficies) en Palermo, Italia y San José, EE. UU. Llegó a su final de Grand Slam en Melbourne el año siguiente, derrotando a Iga Swiatek en las semifinales antes de terminar subcampeona detrás de la No.1 del mundo Ashleigh Barty.
Sin embargo, hasta esta semana, Collins no había llegado a otra final desde aquella carrera en el Abierto de Australia. El domingo, miró fijamente a Rybakina, finalista de Miami del año pasado, y la número 4 del mundo había ganado los últimos tres de los cuatro encuentros de su carrera (aunque todos terminaron en tres sets).
Collins, sin embargo, mejoró su juego de poder en la final y lo reforzó con una mentalidad de acero en los momentos cruciales. En el primer set, Collins salvó cuatro puntos de break en un valiente juego de servicio para el 4-3, luego logró otro punto de break en el 5-5 con un feroz revés ganador.
Después de perder esas cinco oportunidades de break al final del set, la típicamente imperturbable Rybakina vaciló en su servicio. La líder en aces de este año, Rybakina, cedió tres puntos de set a Collins con 6-5, y la estadounidense finalmente logró el primer break del set después de que Rybakina enviara desviado un error de revés.