La número 4 del mundo, Karolina Pliskova, se ha retirado de todo el swing australiano del próximo mes después de lesionarse la mano entrenando.
"Desafortunadamente, ayer me lesioné la mano derecha entrenando y no podré jugar en Adelaide, Sydney y el Abierto de Australia este año", dijo en un comunicado. "Estoy triste por no poder comenzar mi temporada en Australia y echaré mucho de menos a mis fans australianos".
You will be missed, @KaPliskova.
— #AusOpen (@AustralianOpen) December 16, 2021
Wishing you a speedy recovery 💪 #AusOpen pic.twitter.com/4f7apyIAyb
En sus propias redes sociales, Pliskova publicó una foto de sí misma con el brazo derecho enyesado.
"Algunos días son peores que otros", escribió. "Desafortunadamente estaré fuera por un tiempo y no competiré en mis torneos favoritos en Australia. Pero el tiempo y la fe pueden curarlo todo".
La racha de Pliskova de competir en 35 cuadro principales consecutivos de Grand Slam desde el Abierto de Australia de 2013 llegará a su fin. Había sido la cuarta racha activa conjunta en la gira, después de Alizé Cornet (59), Angelique Kerber (48), Kristina Mladenovic (38) y junto a Caroline García (35). El récord histórico son los 62 cuadros principales consecutivos de Grand Slam de Ai Sugiyama entre Wimbledon 1994 y el US Open 2009.
De hecho, esta es la primera vez que Pliskova, de 30 años, se pierde un cuadro principal de Grand Slam debido a una lesión. La última vez que no participó en una fue en el US Open de 2012, donde cayó en la fase previa ante Donna Vekic.
El mejor resultado de la dos veces finalista de Grand Slam Pliskova en el Abierto de Australia hasta la fecha es una semifinal en 2019, cuando derrotó a Serena Williams en los cuartos de final antes de caer ante la eventual campeona Naomi Osaka. También fue cuartofinalista en 2017 y 2018, pero perdió en la tercera ronda este año ante su compatriota Karolina Muchova.
Por lo demás, Australia ha sido un coto de caza feliz para Pliskova. Es tres veces campeona de Brisbane (2017, 2019 y 2020), así como subcampeona de Sydney en 2015 detrás de Petra Kvitova, su primera final en el nivel WTA 500.